En busca de asilo.(Libre)

Despues de el accidente nesesitaba llamar a mi padre para que viniese por mi a Forks, pero no habia exito, por mas que marcara un y otra vez el no contestaba, de momento solo podia esperar despues de todo no habia otra opcion, me encontraba en una ciudad desconocida para mi, sola, sin un hogar ni un techo para resguardarme, de momento estaba muy triste no solo por la muerte de la unica persona realmente importante para mi, sino porque ademas de todo mi padre nisiuiera contestaba, haci que decidi sentarme en una banca y talvez tuviera suerte de que el destino no fuese malo conmigo, de pronto un cristalino liquido comenzo a brotar de mis ojos, me di cuenta de que eran lagrimas, cubri mis ojos con mis manos para no ser tan obvia, habia mucha gente a mi alrededor y no queria que nadie notara que estaba llorando, aunque era natural que lo hiciera, despues de todo solo era una pequeña niña de 4 años aunque aparentara ser mayor, incluso mi pariencia era de una niña asi que llorar seria normal.

Recorria la ciudad de Forks, habia llegado hace poco y aun no habia tenido oportunidad de recorerla.
Escuche a lo lejos un leve llanto, me dio curiosidad de saber el por que, camine hacia donde se escuchaba, dejandome guiar por mi oido. Asi fue como encontre a una niña pequeña sentada en una banca y con sus manos cubriendo su carita, supose que no queria que la observaran llorando.

Me acerque con cuidado de no asustarla o algo asi.
-Pequeña, ¿Estas bien?- le pregunte aun que la respuesta era mas que obia -¿Te perdiste o algo?-

Una dulce chica interrumpio mis sollozos, era muy linda y su voz era muy suave y amable, negue con la cabeza ante su pregunta, quisiera que solo estuviera perdida, pero desafortunadamente no era asi, aunque la presencia de esa chica era extrañamente muy calida, con mi brazo intente secar mis lagrimas para que la chica de la dulce voz no se preocupara, aunque era dificil porque las lagrimas no paraban de brotar, baje mi cabeza y concentre mi mirada en el suelo, me daba un poco de pena que me vieran llorar aunque deseaba desahogarme, senti un peculiar olor que provenia de esa chica, al parecer no era una humana y eso ciertamente me causaba cierta desconfianza, sobretodo porque no sabia si era carnivora o vegetaria y no sania si queria descubrirlo, aunque era tan dulce que la desconfianza que tenia era neutralizada con su amabilidad.

A la pregunta la niña solo nego con suavidad. Al acercame un poco mas a ella me puede dar cuenta de su aroma. Era mas dulce que el aroma de un humano normal, pero no era tan frio como para ser de una vampira. Me pregunte si acaso ella seria los mismo que yo; una hibrida. Aunque este no era un bueno momento para preguntarselo.

-Oie, sonrie...no es lindo ver a una niñita tan linda llorando- le dije suavemente con una sonrisa -A demas, ¿que tan malo es lo que te paso?-

Al escuchar sus dulces palabras mi primera acción fue un sonrojo total en mi cara, aunque intentaba parar de llorar para aquella bella chica pero no era algo muy facil de lograr, aunque me hubiera gustado deshogarme y contarle lo sucedido mis palabras se desvanecian entre mis sollozos, mis palabras se cortaban y nisiquiera yo podia entender lo que decia, solo cubri de nuevo mi rostro con mis manos y el volumen de mi llanto aumento, al querer explicar solo yo sabia cual era la idea a exponer y me hacia sentir muy triste recordarlo, de pronto solo para continuar con mis intento mientras con una mano cubria mi rostro, con la otra marcaba el celular que se encontraba en mis piernas, para de nuevo percatarme de que nadie contestaba, aun estaba muy muy triste y al ver de nuevo fallido mi intento soloi cerre mis ojos y bote el celular para con mis manos, ambas, regresar a cubrir mi cara casi olvidando la presencia de la chica.

Notaba los intentos de la chica para dejar de llorar, aun que fracasaba, puesto que los susurros se desvanecian y sus sollozos aunmentaba. Era una escena desgarradora. No conocia a aquella niña pero el verla llorar de esa manera era doloroso.

Pensaba en lo que podia hacer para ayudarla, pero no se me ocurrian muchas cosas. Por lo que hice lo primero que se mi vino a la mente. La abrace suavey calidamente.

-No te preocupes...seguro que para ti tambien...todo estara bien- le dije suavemente en su oido, aun no la soltaba. Esa frase espera que la ayudara tanto como me habia ayudado a mi cuando estaba sola en el internado.

Senti una gran calidez de un momento a otro, la bella chica me abrazaba, era muy calida en realidad, es como si una orda de paz me atravesara, mis lagrimas dejaban de brotar tanto como antes, ahoro solo eran unas pocas lagrimas que recorrian mis mejillas y se desvanecian en sus ropas.

Kumenasai-Por alguna razón cuando me encontraba triste hablaba en otros idiomas, sobretodo ingles, japones, frances he italiano, pero las disculpas siempre sonaban hermoso en japones.

Creo que me diculpaba por varias razones, talvez la primera seria mojar sus finas ropas con mis lagrimas, otra podria ser preocupar a esa bella chica, aun asi no la solte, estaba relamente mas relajada con ese abrazo, hacia mucho que no recibia un abrazo, el ultimi habia sido hace casi 3 años, al despedirme de mi padre, pues mi cuidador jamas me abrazo, esto era relamente agradable,y de una u otra forma pude esbozar una leve sonrisa, como dando indicios de que encerio como podia ayudar un pequeño abrazo y unas dulces y sinceras palabras.

La dulce niña me devolvio el abrazo, su piel era tan caliente como la mía. Escuche la disculpa en japones, rei ligeramente al escucharla, pues me hacia recordor algunos animes que habia visto por ahi, pero aparte de eso. El escuchar su voz me habia dado aire de calidez, su voz era dulce, suave y melodiosa.

-¿Asi que bilingue?- le dije bromeando para alegrarla un poco. Me volvi a reir bajo -¿Y dime como te llamas?- le pregunte con curiosidad

Estaba completamente sonrojada ahor ante su comentario ademas de estar muy nerviosa.

A...an...Anett, Anett Collingwood-Contestre con dificultad, estaba realmente nerviosa, aunque ligeramente mas tranquila, debia admitir que esa chica me hacia sentir mas alegre, claro eso no resolvia mis problemas pero me alegraba y eso contaba suficiente.

¿y..y el tuyo?-Pregunte con mi curioso nerviosismo, queria conocer el nombre de esa dulce y amable chica, imaginaba que debia de ser tan lindo como ella, esa chica no solo era amable ademas que que al levantar un poco mi vista tambien admire su perfecto fisicop, seguramente tendria muchos pretendientes, ante ese pensamiento solte una ligera risita, a decir verdad siempre esa clase de pensamientos me ponian de humor y no sentia que ella era una amenaza asi que no era malo soltarme un poco con ella.

Le sonrei con dulzura a Anette, parecia ser una chica agradable, tenia una belleza impresionante, lo bueno es que tambien la belleza la tenia por dentro eso era obio, se demostraba con la ligera risa que habia soltado y la manera tan dulce y nerviosa con la que me trataba.
No estaba muy acostumbrada a ese tipo de tratos, pero no iba a negar que me alegraban.

-Isabella Bentacourt- le dije con suavidad y una calida sonrisa -Tienes un lindo nombre Anette- le dije con dulzura.

POr alguna razon al ver a Anette pensaba en dulce, aun que claro ella lo era, pero la imagen que daba era casi como la de una dulce niñita. Tanto en apariencia como en caracter, pero aun asi se veia tan pero tan dulce.

Me sonroje aun mas ante sus dulces palabras y su calida sonrisa, estaba muy sonrijada pero muy alegre, me agradaba mucho esa chica, me inspiraba confianza, alegria y otros sentimientos tan bellos que no distinguia.

Arigato-Conteste de nuevo en japones, creia que cuando estba nerviosa mis palabras eran japonesas, enojada eran italianas, palabras romanticas francesa y cualquier otro sentimieno otro idioma, esperaba que me entendiera, aunque no podia evitar hacerlo, a veces deseas que uno no entienda pra no encontrarte tan nerviosa.

Tu...tu nombre tambien es lindo-Dije, a decir verdad esperaba que su nombre fuera realmente muy lindo, y en efecto asi era, Isabella era un nombre que le venia perfecto a una chica tan bella, al parecer los nombres aciertan muy bien en chicas asi de lindas.

Le sonrei a Anette.
-Gracias- le agradeci a su comentario respecto a mi nombre. La mire, las lagrimas que antes inundaban sus mejillas ahora ya casi no se notaban, lo cual me ponia alegre. Algo que si se notaba en ella era su sonrojo y su nerviosismo.

Le sonrei calidamente esperando que el sonrojo se le bajara un poco.
-Oie te pedire clases de japones algun dia- le dije con alegria y ligero juego en mi voz -¿Y que otros idiomas hablas?-le pregunt emirandola con curiosidad.

Aun estaba nerviosa y me era dificil emitir palabras asi que solo levante 6 dedos para darle a entender la cantidad de idiomas con que estaba equipado mi vocbulario, aunque su comentario me hacia sonrojar mas tambien me quitaba el nerviosismo, esa chica era realmente agradable y me hacia olvidarme de mis problemas, su voz era realmente dulce,lo que me daba confianza.

Levante la mirada y observe sus ojos, eran realmente hermosos al igual que ella, baje de nuevo la mirada y pense que talvez mi sonrojo habia aunmentado pero solamente habia aumentado mi confianza.

Mire sorprendida la cantidad de idiomas que ella hablabla.
-Wow!- dije con obia sorpresa -son muchos idiomas- mi sorpresa no era tanto que ella supiera tantos idiomas, si no que siendo tan pequeña ya pudiera hablar 6 idiomas. Aunque tal vez apresuraba mis conclusiones, despues de todo, ella era hibrida, igual que yo, eso era facil de distinguir por su dulce aroma, por lo que probablemente fuera mayr de lo que aparentaba o algo asi.

-¿Y de donde eres?- le pregunte con curiosidad -¿cual es tu idioma verdadero?- esta ultima pregunta fue la misma pregunta que la anterior solo que con otras palabras.

Pues yo naci en España, hasta hace poco-Conteste mientras reclinaba mi cabeza hacia abajo,recordar de nuevo las cosas me hacia sentir aun mas triste, pero bueno, despues de todo no hacia demasiado tiempo que las cosas habian sucedido, no era facil olvidarlas.

Mi idioma es el español, claro que con un acento diferente, que el latino-Dije, sin duda me esforzaba por olvidar las cosas y cambiar un poco de tema, aunque con esa dulce compañia no era demasiado complicado olvidar los problemas.