En manos del destino(libre).

Ciudad desconocida, tirada al azar, sin una casa ni un centavo, vaya que linda experiencia, queria regresar a casa pero al parecer era cosa imposible, nesesitaba un lugar donde dormir y descansar, ademas de que moria de hambre, la pequeña ciudad era acogedora pero aun asi debia salir de ahi y pronto, aunque un tiempo de relajación no estaria mal, claro si se le podia llamar relajación a notener ni donde caerte muerta.

En ese momento estaba en manos del destino, aquien podia conocer, quien me daria comida o un techo, talvez encontrara un boleto de leteria ganador y me haria millonaria, bueno en fin era cosa del destino y lo que pasara, todo lo que pasara lo seria, por ahora solo caminaba para esperar la respuesta de mi cruel o afortunado destino, en un lugar que talvez si el destino lo quisiera seria mi hogar o mi funeral.

MInetras exploraba esa enorme ciudad, pensando en que podia hacer para lograr contactar a mi padre y poderme marchar, en un momento voltee hacia atras y al otro me encontaba en el suelo junto con una chica mas o menos como de 15 años.

Kumenasai-Me disculpe con ella, aunque debia haberlo hecho en español, pero por lo nerviosa que me habia puesto solo pude disculparme en japones, aunque no esperaba que comprendiera lo que le habia dicho igual me senti bien por haberlo hecho.

Estas bien-Le dije mientras tendia mi mano para ayudarla a levantarse, pese a ser mayor que yo, mi fuerza era mas que la suya, ademas de que no se vei como una persona muy fuerte, era un chica muy linda y se veia bastante agradable, asi que solo sonrei mientras me sonrojaba por la pena.

El destino no tardo demasiado en actuar, solo revise el suelo a mis pies durante un segundo y al otro estaba siendo ayudada por una niña mas pequeña que yo, que me tendia la mano para ayudarme a levantarme del suelo mientras se disculpaba en japones.

Momantai-Le conteste tambien en japones, realmente admiraba al pais nipon, aunque ella parecia mas inglesa o española que japonesa, igualmente estaba impresionada, pues la fuerza con la que me levantaba era incluso mucho mayor a la mia, no queria decir que yo fuese muy fuerte, pero tampoco me considraba tan debil como para que una niñita como de 11 o 12 años me superara.

¿Y tu te encuentras bien?-Pregunte, al parecer habia sido ella con la que habia tropesado, y queria asegurarme de que se encontrase bien, aunque al parecer la respuesta seria positiva dado que incluso se habia levantado antes para ayudarme.

Al escuchar su contestación, al igual que mi disculpa, en japones, me sonroje, ya que habia entendido mi disculpa, aunque me alegre de tener algo en comun con aquella chica, que ahora que admiraba bien su silueta, era realmente linda, su piel era palida el color de sus ojos y su cabello, ni muy claros ni muy oscuros, eran una magnifica combinación, al igual que su precioso vestido.

Antes de que siquiera contestara a su pregunta, ella parecia ya saber la respuesta, solo me limite a ascentir, parecia que podiamos conocernos solo con la mirada, pues en ese momento era nuestra unica forma de expresión.

Mucho gusto, mi nombre es Anette Collingwood-Conteste con pena, pero cortesia, ademas de una calida sonrisa para inspirar confianza a su respuesta, ahora sentia el ambiente relajado, no como mis platicas anteriores en que el principio siempre suele ser tenso.